Ullages: medio limón

El debut de Eagulls fue uno de mis discos preferidos del no tan lejano 2014, durante el brevísimo periodo en el que esta banda de Leeds aún disfrutaba de un cierto trato de favor por parte de la prensa musical británica. Sin embargo, no resulta especialmente llamativo que su segundo trabajo no tuviera una acogida similar tan solo dos años después, con la tibieza de la mayor parte de las críticas induciendo a considerar este disco como una víctima más de la llamada «maldición del segundo álbum».

Ullages, por Eagulls
Ya desde su anagramático título, Ullages parece proclamar la intención del grupo de introducir cambios sin renunciar completamente a continuar siendo reconocibles. Así, buena parte de la ira destilada por su predecesor ha mutado en un no del todo sorprendente gusto por la melodía, acompañándose además por una no tan esperable ralentización del tempo de sus composiciones. Canciones como «My Life in Rewind» o «Lemontrees» también revelan el hallazgo de más de un punto en común con Echo and the Bunnymen, donde antaño recordaran más bien a sus discípulos White Lies. Pero es la falta de garra de los dos singles extraídos del álbum, «Skipping» y «Velvet», lo que probablemente haya funcionado como una metafórica piedra al cuello de la banda. Ullages ha sido percibido irremediablemente como blandengue y falto de empaque, lo cual es cierto solo en parte y solo al compararlo con un álbum tan punk como el homónimo Eagulls. Probablemente esta sea una de las razones que ha condenado a Ullages a la indiferencia de unos oyentes que a menudo nos conformamos con esperar más de lo mismo.

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