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Mostrando entradas de octubre, 2015

El tiempo reencontrado

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Jamás he sido capaz de entender a quienes tachan la relectura de pérdida de tiempo. Son numerosísimas las ocasiones en que un libro es merecedor de una segunda visita, amén de lo necesaria que esta pueda ser para reavivar unos recuerdos estragados por el paso del tiempo. Y, a pesar de los libros nuevos por descubrir, encuentro muy satisfactorias las lecturas que abordo de esta manera, ahondando en historias ya sabidas a despecho de lo que hoy llamamos spoilers . Nunca he releído tantos libros como durante mi adolescencia, debido a unas bibliotecas públicas casi huérfanas de lo que me apetecía leer entonces, así como a una cantidad de tiempo libre en apariencia inagotable. Mi cita con El señor de los anillos era prácticamente anual, en todo momento tenía a medias algún volumen de las aventuras de Astérix y mi colección de novelas de Isaac Asimov nunca llegó a juntar demasiado polvo. Aquel era un tiempo en que podía permitirme dar segundas oportunidades a casi todo y hasta cultivar

The Door Into Summer: con o sin máquinas

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Nunca he prestado demasiada atención a Regreso al futuro y he terminado por ver estas películas llevado por algo similar al sentido del deber. Parte de mi desgana quizá se deba a unos primeros encuentros harto accidentados: tanto como haber ido a rastras al cine para ver su tercera parte, sin haberle echado un solo vistazo a la segunda entrega y con un visionado fragmentario de la película original por todo bagaje. A pesar de este desencuentro inicial he terminado por reconocer las virtudes de Regreso al futuro y comprender su influencia en la ficción moderna. Ni siquiera The Terminator ha contribuido tanto a la popularización de los viajes por el tiempo y las numerosas convenciones de genero relativas a los mismos, en particular las paradojas causadas al modificar el pasado. Estas elementos, ya explorados en numerosas ocasiones por la ciencia ficción literaria, continúan siendo fuente de inspiración para obras de todo tipo, aunque en ocasiones la tetradimensionalidad se trate de

Fargons & Gorgons: yo te conozco

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No creo que jamás llegue el momento en que deje de sentir añoranza por los juegos de rol en su variedad más social. Son varios los remedios que empleo para sentir su ausencia de manera menos evidente: desde cuestionables lecturas de cariz fantástico hasta videojuegos de mecánica cada vez más anticuada. Así es como el cómic Fargons & Gorgons llegó a convertirse en una adquisición prácticamente obligatoria, si bien llevada a cabo con cierto recelo. No en vano Josep Busquet y Pere Mejan también cuentan en su haber con Puntos de experiencia , otro tebeo de temática rolera que encontré terriblemente insípido a pesar de haber acometido su lectura con la mejor de las voluntades. A diferencia de Puntos de experiencia , que en su escaso centenar de páginas narraba una única historia con cierta ambición y algún amago de profundidad, Fargons & Gorgons recopila breves historietas de lectura independiente, publicadas originalmente en la revista Amaníaco . Por desgracia, el humor de F