Jodorowsky's Dune: reverendo Padre

Hace al menos una década que adquirí en circunstancias inconfesables varios números de la edición española de la revista Métal Hurlant. Yo aún no era un lector regular de cómics pero me las arreglé para encontrar fascinantes algunos de sus contenidos, en particular el extenso artículo de Alejandro Jodorowsky que llevaba por título «Dune: La película que nunca podrás ver». En él, el autor chileno relataba su malhadado intento por llevar a la pantalla la novela homónima de Frank Herbert y cómo se vio truncado por problemas de financiación. Por entonces ya había leído Dune, habiendo llegado a ella desde la adaptación dirigida por David Lynch, que en mi infancia me pareció un fascinante relato de aventuras. Pero mientras la primera continúa siendo una de mis novelas favoritas, el paso del tiempo ha erosionado un tanto mi aprecio por una película que nunca respetó el espíritu del texto original y ni siquiera constituye una obra relevante por méritos propios.

Jodorowsky's Dune
Mi familiaridad con estos materiales ha hecho que no pueda pasar por alto Jodorowsky's Dune, al tiempo que ha eliminado toda posibilidad de sorpresa. En este documental el chileno narra nuevamente la historia de su proyecto más ambicioso, aunque en esta ocasión su relato es matizado por voces tan autorizadas como las de Dan O'Bannon, Chris Foss y H. R. Giger. El documental desgrana en su hora y media de duración el trabajo llevado a cabo durante la preproducción de aquella Dune que nunca fue pero, sobre todo, pone de manifiesto la capacidad de Jodorowsky para identificar el talento, al reunir a personas que entonces iniciaban sus carreras y que con el tiempo llegarían a ser figuras de primera línea en sus respectivos campos. Sin embargo, Jodorowsky's Dune también retrata al chileno como un cantamañanas que define a los miembros de su equipo como «guerreros espirituales», mientras habla de cómo decidió dirigir una adaptación de Dune incluso antes de haber leído la novela, guiado por una intuición mística o algo similarmente descabellado.

A pesar de estas pretensiones metafísicas, Jodorowsky's Dune es una obra interesante, en la que destaca un epílogo que detalla la influencia de los diseños de producción de esta abortada Dune en numerosas películas posteriores, desde Star Wars hasta Prometheus. Pero si algo me ha parecido llamativo en este documental es el escaso número de referencias a Frank Herbert, a quien las pamplinas de Jodorowsky degradan de autor de Dune a mero intérprete del inconsciente colectivo. Según el chileno, una obra no pertenece a su autor sino que forma parte del acervo cultural de la humanidad y, por tanto, un autor no crea sino que se limita a mostrar su visión particular de un mito. Semejante zarandaja desprende tal aroma a psicoanálisis de garrafón que no puedo dejar de relacionarla con la disciplina psicomágica tan querida por Jodorowsky.

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