Desventuras sin papel

Uno de los motivos por los que no compro demasiados tebeos editados en España es el riesgo implícito en tal aventura, que a menudo resulta ser apta sólo para lectores intrépidos. Por mi parte, detesto embarcarme en la lectura de una serie ignorando si será publicada al completo, no ya por causas atribuibles a su autor sino por abandono editorial.

1914: El despertar, por Teresa Valero y Montse Martín
Un ejemplo a la postre afortunado ha sido Curiosity Shop, una trilogía escrita por las autoras madrileñas Teresa Valero y Montse Martín. Ni siquiera es necesario extraer estos volúmenes de su anaquel para intuir la azarosa historia de su publicación, visible en unos lomos que lucen sendos logotipos correspondientes a tres editoriales distintas. O no exactamente, ya que los dos primeros tomos fueron publicados por una misma empresa, que al dejar de ser una de las filiales de la francesa Glénat pasó a denominarse EDT. Pero cuando esta última inició su hibernación, transcurrió un tiempo durante el cual el destino de la última entrega de Curiosity Shop fue incierto. Finalmente aparecería en España de la mano de Dibbuks, tras una espera no demasiado prolongada aunque sí varios meses después de haber sido editada en Francia.

Tommy Taylor y la identidad falsa, por Mike Carey y Peter Gross
Peor ha sido el caso de The Unwritten, de los estadounidenses Mike Carey y Peter Gross y publicado allí por Vertigo y aquí inicialmente por Planeta DeAgostini. Comencé a leerla casi por casualidad, siguiendo la sugerencia de un librero que me la recomendó tras descubrir mi devoción por Sandman y el relativo interés que en aquel momento sentía por Fábulas. Obtener los primeros números fue sencillo y aún más leerlos con fruición: los problemas no llegarían hasta su cuarta entrega. Por el motivo que fuere, The Unwritten pasó a estar huérfana de editorial en nuestro país hasta que finalmente ECC se hizo cargo de ella. Desde entonces la colección ha sido objeto de decisiones cuestionables, como la escisión de su sexto tomo en dos volúmenes o la publicación del noveno (un crossover con la mucho más exitosa Fábulas) sin que haya ni rastro del séptimo o el octavo. Así, dos años después de la interrupción de su publicación regular, parece que debamos dar la serie por desahuciada en España. Si algún día quiero saber como termina la historia de Tommy Taylor tendré que recurrir a su edición original, algo que quizá hubiera debido hacer desde el principio.

P.S. Mientras terminaba de escribir este texto he descubierto que la publicación de un nuevo número de la edición en castellano de The Unwritten está prevista para el próximo mes.

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