Lumpenproletariado

We Were Dead Before the Ship Even Sank, por Modest Mouse
En alguna ocasión he mencionado lo fragmentario de la carrera de Johnny Marr tras la disolución de The Smiths. Desde entonces el guitarrista ha militado en un buen número de bandas, limitándose a funcionar como un competente músico de sesión en la mayoría y reservando su genio para las menos. Modest Mouse ha sido uno de tantos grupos en los que Marr ha recalado fugazmente, aunque yo no lo conociera antes de su llegada y no lo haya seguido tras su marcha. De hecho, mi contacto con este grupo estadounidense se ciñe a We Were Dead Before the Ship Even Sank, el único álbum en el que participó el guitarrista británico y del que no guardo recuerdo alguno, ni bueno ni malo.

Esta semana he vuelto a encontrarme con Modest Mouse en las noticias, en esta ocasión a raíz de una entrevista concedida por su cantante durante una estancia en Polonia. En ella, Isaac Brock se despacha a gusto con Portland, su actual lugar de residencia. El principal problema del músico con su ciudad de acogida parece ser el gran número de personas sin hogar que pueblan sus calles. Así, Brock describe una urbe «infestada de vagabundos», a los que también se refiere a como unos «zurullos humanos» que ponen en peligro su «mentalidad liberal». No conozco la demografía de Portland y tampoco suelo tener claro a qué se refieren los estadounidenses al emplear el término «liberal» pero estas palabras de Brock, aún sacadas de contexto como están, no hacen sino revelar un clasismo aún más sonrojante que su falta de empatía.

Chavs, por Owen Jones
Precisamente acabo de terminar con la lectura de Chavs, del periodista británico Owen Jones. Su subtítulo La demonización de la clase obrera no es en absoluto gratuito y la obra trata temas sociales de gran relevancia, con una intención divulgativa antes que académica. La entrevista al citado Brock me ha remitido inevitablemente al cuestionamiento que Jones hace de la meritocracia, señalando que se trata de una falacia que permite a las clases sociales con rentas más elevadas mirar por encima del hombro a los grupos sociales desfavorecidos. Si alguien no ha triunfado en la vida es porque no se ha esforzado lo suficiente: se trata de un fracaso individual no atribuible a problemáticas sociales. Este mecanismo de legitimación de las élites no es exactamente nuevo y podemos verlo en el darwinismo social subyacente en la idea del sueño americano. Pero su inclusión en la mitología neoliberal es parte del legado de políticos como Margaret Thatcher, visible hoy en el discurso dominante en los medios de comunicación y en las impúdicas palabras de algunos cantantes de rock.

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