Suede: perdido en la televisión

La primera canción de Suede que escuché fue una «So Young» acompañada de su vídeo musical, más intuido que visto en la antediluviana televisión en blanco y negro que aún se conservaba en casa de un amigo. Apenas recuerdo nada de su contenido salvo el beligerante flequillo de un vocalista que entonces encontré insoportablemente chillón. Y sin embargo no mucho después pasaría a considerar el segundo álbum de esta banda como uno de los discos más importantes de mi vida, muy por encima del resto de ofrecimientos de un pop británico por el que todavía no había llegado a interesarme. Desde entonces he pensado que la auténtica trayectoria de Suede termina poco antes de la publicación de este Dog Man Star, tras la partida del insustituible guitarrista Bernard Butler. No importa que el grupo prosiguiera su andadura para alcanzar sus mayores cotas de éxito: el precio fue convertirse de facto en una banda distinta.

Suede: The Biography, por David Barnett
Así, la lectura de una biografía integral de Suede se me antojaba interesante pero no necesaria y quizá por ello no he encontrado una ocasión propicia hasta fecha reciente, ya casi olvidado su regreso semitriunfal de hace unos años y no digamos sus tiempos de mayor esplendor. La reciente reedición del clásico de David Barnett Love and Poison (publicada en esta ocasión bajo el título casi de marca blanca Suede: The Biography) me ha provisto con un buen pretexto para bucear en el morboso pasado de un grupo donde jamás escasearon los detalles turbios. El texto es generoso con la información sobre los excesos estupefacientes y los arranques de prima donna de más de un miembro de la banda, aunque son de mucho mayor interés las minuciosas descripciones de los procesos compositivos empleados en cada álbum. Y a pesar del esfuerzo consciente de Barnett por evitarlo, la obra evidencia constantemente su carácter de biografía autorizada escrita por un fan que, por si fuera poco, durante años trabajó para la banda y llegó a formar parte de su círculo más íntimo.

Dog Man Star, por Suede
La negativa de Bernard Butler a contribuir a esta biografía con su testimonio es una carencia que merma sin remedio una obra que nacía con la vocación de ser el texto definitivo sobre la banda. El guitarrista es retratado alternativamente como guitar hero, niño caprichoso y genio perturbado, especialmente durante los pasajes que relatan su abandono definitivo del grupo, en teoría motivado por el fracaso del órdago «o él o yo» lanzado sobre el productor Ed Buller. Pero mientras la obra recoge las afirmaciones del resto de componentes de Suede, atribuyendo a Bernard Butler la intención de despedir a Ed Buller para poder encargarse él mismo de la producción de Dog Man Star, el propio guitarrista siempre ha afirmado que su idea era reemplazarlo con un nuevo productor —e ingeniero— más capaz. No creo que sea necesario saber cuál es la auténtica versión de la historia pero aún hoy encuentro desafortunado que líneas de bajo tan brillantes como las de «Heroine» o «New Generation» tengan tan poca presencia en la mezcla final de un álbum tan magistral en casi todo lo demás como Dog Man Star.

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