El fondo del aire es rojo: me arrepiento de nada

Estos días son habituales los lamentos a propósito del declive de la agenda cultural madrileña, evidenciado en los cierres de sus cines, teatros y salas de conciertos. Pero en lo relativo a estas últimas hace ya años que tengo la sensación de que su posición como alternativa de ocio ocupa un plano cada vez más discreto, con la mayoría del público limitándose a asistir a las actuaciones de bandas de las que ya es fan e ignorando a los grupos noveles. Estos últimos se ven así desprovistos de uno de los canales más efectivos para dar a conocer su música, a despecho de lo que nos han contado acerca de las posibilidades que ofrece internet.

Espíritusanto ha sido uno de esos grupos que he conocido en un concierto al que asistí de manera casual. Esta banda madrileña aúna un buen número de referencias de los años ochenta y noventa para desarrollar un sonido que, aunque basado en las guitarras eléctricas, le debe no poco carácter a su componente electrónico y a la especial personalidad que le imprime el contar con dos voces, masculina y femenina. Y tras varios EPs y un buen puñado de conciertos en el circuito madrileño (y más allá), la reciente aparición de El fondo del aire es rojo viene a confirmar la claridad de ideas del grupo.

Espíritusanto
Si bien esta nueva grabación de Espíritusanto no supone una ruptura con lo mostrado en sus anteriores trabajos, sí ahonda en la senda abierta con Femenino/Masculino. El fondo del aire es rojo abandona en cierta medida su intención shoegazer, sin que ello suponga una renuncia a la creación de atmósferas con unas guitarras que no han tenido que perder su filo para ganar en limpieza. Pero dos de sus canciones son las que han capturado mi atención, en especial la ya conocida «El eternauta», publicada a comienzos del pasado otoño y que, basada en el cómic homónimo, revela un gusto por la aventura que no sospechaba en una banda que siempre ha hecho alarde principalmente de su cinefilia. Y en segundo lugar «País dogón», un tema que el grupo lleva interpretando en directo prácticamente desde el principio de su trayectoria y que, gracias a la intensidad benaventiana de su interpretación vocal, llega a recordar por momentos a los mejores Parálisis Permanente. Pero con un total de seis pistas El fondo del aire es rojo es un EP generoso, con maneras que presagian la llegada de un futuro álbum.

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