Inmersión

Cuando a la pregunta "¿qué música te gusta?" la respuesta es "de todo" suelo pensar que me encuentro ante el equivalente a recibir un escueto "paso de política" mientras indago sobre las querencias ideológicas de alguien. Por supuesto, la auténtica y no enunciada respuesta en ambas situaciones a menudo tenderá a ser algo inconfesable, cualquier cosa que podría ir desde una ardiente pasión por Enrique Iglesias hasta ciertos toques de criptofascismo mal disimulado. Mi propia respuesta a la primera pregunta no es mucho mejor: generalmente abro fuego afirmando que me gusta "casi todo" para luego matizar filias y fobias. Pero el funk siempre ha estado en ese segundo grupo y ésa es una de las razones por las que nunca he sentido demasiado interés por los Red Hot Chili Peppers, ni en sus días de gloria ni en su senectud actual.

Por eso, descubrir que John Frusciante había estado involucrado en la grabación del primer EP de Warpaint no despertó mi interés sino más bien al contrario. Pero el resto de la información que iba recibiendo sobre el grupo de Los Ángeles le atribuía demasiadas de las influencias correctas para que alguien tan lleno de prejuicios como yo mismo pudiera pasarlo por alto. El mencionado EP - titulado Exquisite Corpse - contiene canciones tan soberbias como Elephants o Billie Holiday y casi consigue rozar algo similar a un sonido propio, aunque sea a base de juntar un puñado de retales robados a otras bandas: The Cure como sospechosos habituales, unos Cocteau Twins cada vez más relevantes y, muy especialmente, los resucitados Mazzy Star. Culminan el conjunto un poco de electrónica sencillita y las voces de las angelinas que integran la banda, a modo de coro de... ángeles, claro.

El sonido de Warpaint es variado aunque no especialmente ecléctico; oscuro por momentos pero contenido y sin ápice de tetricismo gratuito; volcado en la creación de atmósferas y paisajes sonoros pero sin olvidar la importancia de la melodía en un contexto de pop (o dream pop). Su álbum The Fool ha continuado en esta línea aunque la intención tras él sea lo suficientemente amplia como para dar cabida tanto a la poderosamente evocadora Undertow como a la acústica pero muy convencional Baby. A pesar de esta relativa falta de definición, el único reproche que me siento capaz de hacerle al álbum es su brevedad. Nueve canciones se antojan escasas cuando se presiente que a un grupo le queda tanto por decir.

Comentarios