Bandas sonoras

Uno de los usos principales que le asignamos a la actual hiperabundancia musical es el de servir de ruido de fondo en nuestras vidas, a modo de banda sonora que nos acompaña mientras desempeñamos cualquier tarea. En este sentido la música es virtualmente omnipresente y, precisamente por ello, es despojada de su carácter especial y se vuelve algo susceptible de ser ignorado, algo que meramente está ahí mientras nos dedicamos a cosas más importantes. Y es que se hace difícil hallar momentos que dedicar únicamente a la música y uno llega a recordar con nostalgia aquellas tardes de quinceañero, pasadas escuchando una última adquisición libreto en mano. Esta escucha en exclusiva es una actividad en franco retroceso, aunque la música sea una experiencia sensorial perfectamente capaz de ser disfrutada por sí misma y no un simple aditivo para otras actividades.
Totalmente de acuerdo. A veces me da rabia el convertirme en una bulímica musical, puesto que consumimos muchas veces sin ton ni son, mientras que antes era más selectivo y suponia un esfuerzo. Lo bueno de ahora es que si eres un ignorante musical es por que realmente quieres, no por que no puedes permitirte el escuchar musica.
ResponderEliminar