Una invitación
Las letras de Morrissey son notables por las influencias y préstamos literarios que se pueden encontrar en ellas, algo que el cantante británico siempre ha admitido socarronamente hasta el punto de hacer suya la máxima de Oscar Wilde "el talento toma prestado, el genio roba". Teniendo esto en cuenta resulta divertido que otro autor admita haber encontrado inspiración en este músico y que de paso le birle el título de una de sus canciones para adjudicárselo a una obra propia. Este es el caso de Déjame entrar, la primera novela de John Ajvide Lindqvist. Aunque el título castellano está tomado directamente de la edición inglesa, el original sueco es una traducción casi literal de Let the Right One Slip In, un añejo tema de Morrissey que apareció por primera vez como cara B del single Tomorrow.
Déjame entrar es una novela fantástica que, a pesar de contar con una trama que gira en torno a un vampiro, está tan alejada de los mundos de Anne Rice o Stephenie Meyer que tildarla de "novela de vampiros" sin más sería una simpleza. Una temática tan recurrente y desgastada por el uso como el vampirismo es presentada aquí de una manera fresca y renovada aunque en ocasiones parezca casi una excusa para abordar los nada cómodos temas que trata este libro: los malos tratos, la inadaptación, el alcoholismo, la disfuncionalidad familiar o incluso la pedofilia. Amor y odio hacen las veces de hilo conductor de la trama hasta llevarnos a un final aparentemente feliz que resulta no serlo tanto tras una breve reflexión acerca de lo que el futuro depara a Oskar y Eli, los protagonistas de esta historia nada convencional en la que los horrores sobrenaturales coexisten junto a otros mucho más cotidianos.
La adaptación cinematográfica de Déjame entrar es extremadamente fiel tanto al argumento como al espíritu de la novela, y es que no en vano el guión fue escrito por el propio Lindqvist en colaboración con el director Tomas Alfredson. La película confía más en el lenguaje visual que en los diálogos para el avance de la trama y las únicas diferencias argumentales con respecto a la novela son la ausencia de algunos personajes secundarios y de los temas más controvertidos. Por desgracia parece que el rodaje de un superfluo remake ambientado en los Estados Unidos es inminente, al estilo de lo ocurrido recientemente con [•REC] y el innecesario clon norteamericano Quarantine. Un portavoz de la productora Hammer ya se ha apresurado a anunciar que la nueva adaptación de Déjame entrar será más accesible para la audiencia, una afirmación que no augura nada bueno.

La adaptación cinematográfica de Déjame entrar es extremadamente fiel tanto al argumento como al espíritu de la novela, y es que no en vano el guión fue escrito por el propio Lindqvist en colaboración con el director Tomas Alfredson. La película confía más en el lenguaje visual que en los diálogos para el avance de la trama y las únicas diferencias argumentales con respecto a la novela son la ausencia de algunos personajes secundarios y de los temas más controvertidos. Por desgracia parece que el rodaje de un superfluo remake ambientado en los Estados Unidos es inminente, al estilo de lo ocurrido recientemente con [•REC] y el innecesario clon norteamericano Quarantine. Un portavoz de la productora Hammer ya se ha apresurado a anunciar que la nueva adaptación de Déjame entrar será más accesible para la audiencia, una afirmación que no augura nada bueno.
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